El jugador norteamericano deberá pagar un millón de euros
al club valenciano por romper unilateralmente su contrato firmado en julio de
2012.
Foto : Sport You
Golpe de efecto del Valencia Basket. A lo largo del día
de hoy s eha hado a conocer la resolución del juzgado número 2 de Valencia,
referente al conflicto que club y jugador mantienen tras romper esté último su
contrato por tres temporadas con la entidad de la Avenida Maristas.
Clay Tucker fichó por el Valencia Basket en julio de 2012
tras despuntar dos temporadas antes en el Joventut de Badalona, llegó procedente
de la Lottomatica de Roma y el mismo día que se incorporó a la pretemporada del
conjunto 'taronja' el 23 de agosto, pidió un permiso para viajar a Estados
Unidos alegando 'motivos personales', algo que fue denegado por el club. El día
30 el de Ohio se saltó la negativa de su club y viajó al país para no regresar
a Valencia.
El contrato firmado entre las partes en julio estipulaba
que si alguna de las dos rompía el contrato 'unilateralmente' debía pagar a la
otra 1 millón de euros.
En su denuncia Valencia Basket alega que en dicha temporada
2012-2013 tuvo que fichar hasta tres jugadores (Keselj, Gelabale y Robinson),
acarreando además con el agravante económico y deportivo del despido de Keselj,
lo que supuso un sobrecoste económico que debe ser subsanado.
Ahora la justicia le ha dado la razón y la inyección
económica que supondría contar con ese dinero dispararía las opciones para
relizar un proyecto deportivo más sólido.
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