Vives y Ribas evitan que la sangre llegue al río
Andorra se queda cerca de la machada ante un Valencia
Basket sin tensión defensiva que se apoyó en la dupla catalana para ganar el
partido. Sato sufrió un esguince en la pierna derecha que le obligó a
retirarse.
Foto : Valencia Basket
Duelo de rachas contrapuestas en La Fonteta. Valencia Basket
y Morabanc Andorra cruzaban estados de ánimo y
objetivos diferentes en el duelo que cerraba el sábado en la vigesimoséptima jornada de la
liga Endesa. Los valencianos, ya con la ACB
como única tabla de salvación de la temporada, volvían a La Fonteta tras encadenar 4 derrotas en los últimos 5 encuentros
con la necesidad imperiosa de ganar para no complicarse el Play-Off. Todo lo
contrario que el Morabanc Andorra que
llegaba a Valencia tras encadenar 4 victorias en los últimas 5 duelos y buscaba
certificar casi definitivamente la salvación.
Valencia
Basket salió dispuesto a reivindicarse ante los suyos y ayudado
por la estéril defensa andorrana establecía las primeras diferencias en el
marcador (16-10,m.7). Los andorranos
buscaban una y otra vez la superioridad de Jawai
como único recurso y su rival les castigo con un recital de robos conjugado
con gran acierto anotador para marcharse 10 arriba al final del primer cuarto
(24-14,m.10).
Tras el primer pequeño receso a Valencia Basket le entró la pájara típica de esta temporada. Se
olvidó de defender y empezó a fallar en ataque. Andorra lo aprovechó para a base de triples ponerse a 3 puntos
(33-30,m.17). Hasta 5 triples anotaron los visitantes ante la pasividad de la
defensa 'taronja', con ayudas mal hechas y roturas por parte de los andorranos.
Parte de la culpa de estos parciales la tuvo Dubljevic, al que Durán
sentó por su debilidad ante Jawai y
los fallos bajo aro. No volvería a salir hasta el último minutos, cuando más
feas estaban las cosas. 19 puntos en menos de 8 minutos, de poder arrasar a
verse bajo la voluntad del decimoquinto clasificado de la liga. Penurias de un
equipo que lleva toda la temporada jugando al borde del abismo (43-37,m.20). En
estos minutos, Sato sufrió una
esguince que le obligó a retirarse a los vestuarios.
Tras el receso Valencia
Basket siguió con el mismo guión con el que empezó la segunda parte y la
pájara empezó a tornarse en algo mucho más serio. Andorra consiguió hilar gracias a su inexorable acierto de tres un
parcial de 12- 21 que los puso por delante en el marcador y desesperó a La Fonteta que no dudó en pitar a los
suyos (55-58,m.26). Entonces apareció Guillem
Vives, en una nueva demostración de su madurez, para echarse al equipo a la
espalda firmando 11 puntos seguidos que oxigenaron a los suyos y calmaron a La Fonteta ( 66-60,m. 28).
Con el partido en un puño, Sada cogió la responsabilidad de los suyos y se dedicó a buscar
insistentemente a Jawai, que se
hacía cada vez más grande en la pintura. Sus 14 puntos (12 de ellos tras el
descanso) unidos a su capacidad para obligar a los interiores
valencianos a jugar más lejos del aro de lo habitual fueron claves para que Andorra llegara con opciones al final
del encuentro. Fruto de este trabajo los de Joan Peñarroya consiguieron volver a coger una mínima renta para
encarar los últimos cuatro minutos (79-83,m. 36). Entonces Vives y Ribas con la inestimable ayuda de Rafa Martínez, otro de los grandes destacados del duelo con 21 puntos, tiraron del carro para los valencianos, empataron el duelo y dejaron en Valencia una victoria tan agónica como
necesaria de un equipo con muchos defectos que pulir en defensa (95-91,m.40).
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