Volviendo a las andadas
La derrota en Gran Canaria constata el bajo nivel
defensivo que está mostrando el equipo 'taronja' tras un mes de abril engañoso.
Foto : ACB
Ferran Andrés I @ferranandres
La derrota del pasado domingo ante Herbalife Gran Canaria ha vuelto a sembrar de dudas y llenar de críticas el
entorno de Valencia Basket tras un
mes de abril perfecto pero engañoso. Los 'taronja' cerraron el mes de abril con
un inmaculado balance de 4 victorias en 4 partidos, 3 de ellos en casa, que le
sirvieron para colocarse como cabeza de serie. Un abril,cómo decimos, engañoso
porque el equipo 'taronja' sufrió de lo lindo para ganar a rivales tremendamente inferiores como MoraBanc Andorra o Manresa,
mostrando un nivel y actitud defensiva preocupantes que le llevaron a encajar
86 puntos de media en 3 partidos. En Badalona el partido estuvo a punto de
romperse cuando los locales se pusieron 11 arriba al final del tercer cuarto
pero los valencianos bajaron el culo en defensa, se mostraron solidarios en
ataque cuando las cosas no funcionaban y esperaron hasta que la calidad
individual de Ribas les diera un
triunfo vital. Esos 12 puntos que Valencia
Basket encajó el último cuarto en Badalona debían ser la hoja de ruta, el
espejo dónde mirarse de cara al último mes y medio de competición, el más corto
pero también el más importante esta temporada. Las estadísticas, el vídeo o
cualquier cosa que recordara al último cuarto en tierras barcelonesas deberían
estar colgados en el vestuario.Manual de cómo ganar partidos desde la
defensa.
Muchos esperábamos, más divina que convencidamente, que
ese fuera el punto de partida del nuevo Valencia
Basket, un equipo que sólo ha sido, es y será grande desde la defensa. Por
ello las dos visitas a las islas iban a servir de test para ver si Valencia Basket había crecido como
equipo (el último cuarto de Badalona) o si continuaba con la línea
inconsistente, escasa en actitud defensiva y solidaridad en ataque que tantas
veces ha firmado esta temporada.
La primera en la frente.El equipo volvió a caer
repitiendo el guión de una película que ya hemos visto demasiadas veces.
Parcial de salida abundante fruto de tu escasa intensidad que te obliga a remar desde el principio, lucha
contracorriente por enderezar el rumbo y, cuando por fin se endereza y el
equipo se pone por delante en el marcador, el cansancio y la falta de recursos
unido a la mala gestión de tu rotación hacen que el rival vuelva a coger la
batuta del encuentro, coja distancia (y confianza) y te sea prácticamente
imposible ganar.
No voy a entrar en cuando se origina el caos de temporada
que lleva Valencia Basket porque eso
sería remontarse al lejano julio de 2014 y no quiero aburrirles.Ya habrá
tiempo para hablar de ello.Lo que sí es cierto es que muchos problemas
actuales de Valencia Basket se originan
mucho tiempo atrás, provocando que el equipo lleve una losa importante y la
temporada esté peligrosamente viciada. El cambio que se produjo con la salida
de Perasovic fue más mérito de los
jugadores que de Durán.Con una nueva
actitud y pequeñas nociones del técnico catalán los triunfos empezaron a llegar, con cuentagotas eso sí, pero empezaron a
llegar y el equipo alcanzó su mayor nivel de juego en la eliminatoria de 1/8
ante el Bayern Múnich.Por fin Valencia Basket recordó a aquel mágico
equipo del año pasado, aplicando la misma receta, defensa= cerrar el rebote= no
encajar y correr.Correr = canastas fáciles.En ese tiempo el equipo compitió
en Málaga y se anotó un triunfo de prestigio ante el FC Barcelona, el único que ha conseguido hasta la fecha ante los 4 primeros clasificados de la ACB.
De allí a la eliminatoria ante Khimki dónde no se pudo hacer más vista la entidad del rival y la
rotación valenciana y el partido ante un rival directo como Baskonia, empatado a triunfos con el
equipo valenciano en ese momento.De nuevo derrota en tierras alavesas.Dos
tremendos varapalos en menos de 4 días.Ilusiones rotas y la esperanza de que
con semanas limpias se podrán recuperar jugadores y encarar mejor los partidos.
Los 3 partidos en casa en abril ante rivales asequibles como Andorra, Gipuzkoa y Manresa
suponen una buena oportunidad para que afición y jugadores se reenganchen al influjo de la temporada y renueven
ilusiones. Nada de eso sucede. Valencia
Basket sufre en 2/3 encuentros para ganar, muestra graves problemas no solo
de actitud sino también de compenetración defensiva y se muestra como un
conjunto previsible en ataque.El día de Manresa Valencia Basket firma un encuentro bochornoso que supone la
puntilla a un mes de abril plagado de un sufrimiento innecesario, que no hubiera
existido de haber más recursos desde el banquillo y mayor intensidad y orgullo
por parte de los jugadores.
El trabajo de un entrenador no sólo se compone de
aspectos técnico-tácticos, sino que hay un componente psicológico muy
importante. Saber motivar es el
ingrediente principal.Dotar de seguridad al entorno, también. Y tal y cómo se está llevando a cabo la
temporada, más aún.Pasado el 'Efecto Durán' vemos una falta de actitud preocupante, tal vez de madurez en algunos
casos como el de Nedovic, los
triunfos no llegan y ahí aparece la figura del entrenador. Echarle la culpa de
los males de Valencia Basket a Carles Durán sería injusto pero no es
menos cierto que cuando están llegando mal dadas Durán no está sabiendo desenvolverse del todo bien y algunas de sus
decisiones recuerdan a tiempos no muy lejanos de Perasovic y cuyo resultado suele ser negativo en la mayoría de sus
casos.Durán lleva 3 partidos
defenestrando a Loncar, de hecho no
jugó ni un minuto ante Tenerife y apenas 6 ante Manresa, una decisión peligrosa
en un equipo que no va sobrado de calidad interior en una situación de castigo
que se asemeja a la del croata con los jugadores nacionales.Quitar a los jugadores
que están firmando un buen partido (
Lucic ante Manresa o Harangody el
domingo) cuando ya te ha salido mal una vez quizás no sea la opción más
inteligente.El equipo está para pocos experimentos y muchos recursos y ahí es
dónde Durán debe rebuscar en el
fondo de su libreta la solución más correcta.Ser flexibles, potenciar las
ideas que funcionan (la presión a toda pista ante Murcia es un ejemplo) y no
anclarse en ideas que no funcionan.
Pero el principal
problema es la defensa, que no es que fuera un maná antes de la salida de Perasovic, pero no se concedían tantos
puntos ni se pasaba tan mal ante equipos de la zona baja.Hay defensas de 1x1
difíciles de entender para un club como Valencia
Basket . No sirve de nada pedir perdón cada vez que encajas 81 puntos
porque eso no transmite seguridad.Y se necesita seguridad. Mucha
seguridad.Ahí es dónde debe emerger la figura
de Durán. Trabajar la defensa,
buscar recursos en un ataque anclado en el pick
and roll y el triple como únicos sistemas de juego y saber motivar a los suyos
de cara al tramo final de temporada dónde Valencia
Basket puede jugar la próxima Euroliga
si queda por delante de un Unicaja de
capa caída. Empezando por el domingo.
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