La tormenta perfecta
La gran lectura del encuentro por parte Durán, que por fin
leyó bien las necesidades de su equipo en cada momento, unida a la reafirmación
de actores inesperados dejan a Valencia Basket a un paso de su segunda
semifinal consecutiva.
Foto : ACB
Negras y tenebrosas nubes se avecinaban en el horizonte
de Valencia Basket cuando Bilbao firmó un parcial de 14- 0 a la salida del
descanso. Los 'taronja', que se habían ido 8 arriba al descanso (38-46) merced
a un parcial de 2-15, se veían de nuevo en la desesperanzadora tesitura de
tener que volver a remar hacía una orilla dónde, por antecedentes, tenían todas
las de morir ahogado. El partido no
había sido ni mucho menos fácil hasta ese momento para Valencia Basket , que
había tenido que soportar el empuje vizcaíno mediado el segundo cuarto (28-21)
para remontar a base de triples sobre la bocina (33- 29), pero había conseguido
llevarse una renta desahogada para aguantar las acometidas vascas en el segundo
período. El castillo de naipes se vino de nuevo abajo en cuatro minutos de
descalabro. Tocaba volver de nuevo al orden, apelar al trabajo colectivo del
grupo, y a la heroica, tan idónea en estos PlayOff. Era la hora de los
valientes. El momento que decidía si
Valencia Basket tiraba por la borda una temporada muy por debajo de las
expectativas o demostraba que aún tiene mucho que decir en la misma.
No iba a bastar
con Van Rossom y Ribas. En juego no estaba sólo la temporada sino el orgullo de
un grupo ávido de éxitos. Y allí aparecieron TODOS. Los Sato, Dubljevic, Lucic,
Aguilar y Vives, unos en la anotación y otros en el trabajo sucio, aparecieron
para firmar de nuevo un parcial de 2-15 que
sirvió para finiquitar el partido y cómo reivindicación personal. Mención
especial merece Guillem Vives, que se echó el equipo a la espalda cuando su
equipo más lo necesitaba. Fue la
victoria del colectivo, de un grupo que ha vivido en una convulsión contante
durante 8 meses pero que llega en el
mejor momento de forma al momento decisivo de la temporada. Estas son las
claves de una tormenta perfecta :
1. La confirmación de Guillem Vives. El
base catalán no dudo en echarse al equipo a la espalda cuando peor pintaban las
cosas y Van Rossom estaba fuera de combate. Dirigió a su antojo en la noche que
paso de promesa a realidad. Al mismo tiempo que ponía orden y clarividencia en
el juego de los suyos se echaba el equipo a la espalda con 2 entradas a canasta
y sendos triples.
2. La
aparición de Sato. Un león siempre es peligroso. Y si está
herido más aún. Romain Sato volvió a
ser el jugador que todo el mundo conoce y reconoce en Valencia. Llegaba tras
una temporada muy mala, dónde ha bajado demasiado el nivel respecto a la
temporada anterior, lo que unido a sus problemas físicos han sido el cóctel
explosivo de un jugador que depende completamente de su físico. El centroafricano
apareció en los momentos decisivos con canastas de cuña propia, dejando claro
un mensaje ''yo no me rindo''. Muchas de las opciones de llegar lejos de Valencia
Basket en este PlayOff dependerán de su aportación y raza.
3. Los
intangibles. Valencia Basket no podría
haber tomado Miribilla sin esos factores que no salen en las estadísticas pero
deciden partidos. Todo empezó cuando Loncar encabronó a la afición bilbaína mediado
el segundo cuarto, en el primer momento difícil del partido para Valencia
Basket. El croata, perro viejo en estas
lides, supo jugar el otro partido, el de los nervios y el pulsómetro, casi tan
importantes como el de la cancha. Luego, ya en el tercer cuarto,
aparecieron Lucic, Aguilar para dotar de solidez la
defensa valenciana y el talento de un
irregular Dubljevic para cerrar el
partido.
4. Acertada
dirección de Durán desde el banquillo. El
técnico catalán fue uno de los grandes ganadores en la noche de ayer. Llegaba
con muchas dudas y criticas alrededor de él, pero se sobrepuso de manera
genial. Supo leer en cada momento que necesitaba el equipo, acertó moviendo
frenéticamente el banquillo cuando
Bilbao remontaba en busca de la solución y acertó. Le ganó la batalla a su
probable sustituto. Fue el gran triunfador individual de una noche dónde
triunfo el nosotros, el todos.
Valencia Basket ha dado el primer y fundamental paso, en La Fonteta no debe haber concesiones. Not in my house.
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