Foto: Valencia Basket
Ferran Andrés I @ferranandres
Hundidos y hasta divididos. Ese es el sentir de la
afición del Valencia Basket desplazada hasta La Coruña para vivir la Copa del
Rey, la cuál he podido asistir muy de cerca. Tras recorrer más de
mil kilómetros y ver el partido, más decepcionante en la historia reciente del
club valenciano, por la circunstancias y el devenir del mismo tras el primer
cuarto, la baraja se ha roto. La afición está dividida entre aquellos que
quería que se animase más contribuyendo así a crear un ambiente ‘taronja’ que
estimulase al equipo en una cita tan especial y los que prefieren verlo de
manera más relajada. Y inesperada derrota del jueves ante Gran Canaria ha hecho
estallar un polvorín que se ha ido cargando estos últimos años. El sentir de la
afición ‘taronja’ no es más que el enorme reflejo del estado de tensión,
nervios y decepción que se vive en el club de La Fonteta.
No llegaba Valencia Basket en su mejor momento a la Copa pero el liderato adosado al histórico 28 de 28 y sobretodo la ausencia de un favorito claro por el momento de forma de Barça y Real Madrid habían aumentado las expectativas en torno al equipo ‘taronja’. Era ahora o, tal vez, nunca. Y Valencia Basket se fue de la manera más fea, perdiendo a las primeras de cambio, siendo borrado del parqué en el último cuarto ,que finalizó con un parcial de 13 -26, por el equipo del maestro Aíto y mostrando una falta de recursos preocupante. Un estado de ‘shock’ severo. La ilusión ha saltado por los aires y se empieza a difuminar lenta pero inexorablemente entre el seguidor ‘taronja’ pero lo más preocupante de no todo no es sólo eso, que también, sino la fractura de la unión entre la afición, sostenida por un frágil equilibrio en torno a los logros del equipo estos años y cuya falta de reacción en los momentos difíciles del jueves ha sido el primer paso que ha desatado una catarsis con tintes muy preocupantes. No es la derrota de un equipo sino la de un sentimiento, el ‘taronja’, que en la ciudad atlántica ha empezado a sufrir desapego hacia su equipo entre algunos seguidores.
No llegaba Valencia Basket en su mejor momento a la Copa pero el liderato adosado al histórico 28 de 28 y sobretodo la ausencia de un favorito claro por el momento de forma de Barça y Real Madrid habían aumentado las expectativas en torno al equipo ‘taronja’. Era ahora o, tal vez, nunca. Y Valencia Basket se fue de la manera más fea, perdiendo a las primeras de cambio, siendo borrado del parqué en el último cuarto ,que finalizó con un parcial de 13 -26, por el equipo del maestro Aíto y mostrando una falta de recursos preocupante. Un estado de ‘shock’ severo. La ilusión ha saltado por los aires y se empieza a difuminar lenta pero inexorablemente entre el seguidor ‘taronja’ pero lo más preocupante de no todo no es sólo eso, que también, sino la fractura de la unión entre la afición, sostenida por un frágil equilibrio en torno a los logros del equipo estos años y cuya falta de reacción en los momentos difíciles del jueves ha sido el primer paso que ha desatado una catarsis con tintes muy preocupantes. No es la derrota de un equipo sino la de un sentimiento, el ‘taronja’, que en la ciudad atlántica ha empezado a sufrir desapego hacia su equipo entre algunos seguidores.
Tal vez una victoria ante el Real Madrid el domingo sirva
para volver a cerrar costuras. O tal vez no. Lo cierto es que entre la afición ‘taronja’
desplazada hasta La Coruña flota la sensación en el ambiente de que este ha
sido el mazazo definitivo a sus ilusiones, de que ya nada volverá a ser como
antes.
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