Foto: ACB
Ferran Andrés I @ferranandres
Ha llegado la Copa. El primer título de la temporada se
presenta de forma más emocionante que nunca, sin un claro favorito. Barça y
Madrid, segundo y cuarto en ACB respectivamente y con serios problemas en el
TOP 16, no llegan ni mucho menos en su mejor momento y contarán con las bajas
de Lawal en la parte blaugrana y la de Rudy más la duda hasta última hora de
Reyes y Nocioni. Casi nada. A todo ello este año se atisban dos pretendientes con
credibilidad testada para romper el asfixiante duopolio, Valencia Basket y
Baskonia. Ambos han tumbado a los dos transoceánicos esta temporada y están en
disposición de hacer saltar la banca. En muchos años no se recuerda una Copa tan
abierta, con tanta incertidumbre, esa que dispara aún más la expectación sobre un deporte que vivirá su
semana grande sabedor de tener muchos focos curiosos a la espera de algo nuevo.
El líder llega a La Coruña cuesta abajo tras quedarse a
media gestación en la Eurocup y sufrir más de lo esperado en Badalona. No es el
mejor momento para afrontar una nueva competición pero no es menos cierto que
la Copa es una competición diferente a todas las demás, transformadora. No es
como empieza sino cómo acaba y sólo ahí se pueden medir sus efectos. Que se lo
digan al equipo de Pedro Martínez. Tampoco ayuda la baja de Van Rossom ni la
duda hasta última hora de Lucic, un jugador que ha ido ganando peso en el
equipo a medida que avanzaba la temporada. Su sustituto natural, Romain Sato,
lleva sin jugar varios partidos, algunos de ellos inexplicablemente, ya que fue
Pedro Martínez quien lo recuperó para la causa y ahora parece que lo enviado a
la nevera. ¿O será que Romain es el as en la manga de Martínez y lo ha estadio
dosificando para la Copa previniendo futuros contratiempos en la plantilla?.
Sea como fuere, si Valencia Basket quiere ganar el primer título de la
temporada 18 años después necesita de la aportación de jugadores experimentados
como Sato, algo que no abunda precisamente en la fase final que empieza el jueves
en la preciosa ciudad gallega. La presión por hacer un papel importante es
máxima y el reto enorme, justo donde mejor se mueve el alero de Bangui. Ha
llegado su hora, la hora de Romain.
No hay comentarios:
Publicar un comentario